Primero argüí que la privacidad es importante para evitar la acumulación de poder, pero hay otro motivo
no menos interesante...
La proliferación de la creatividad a
través de los individuos.
Nos jactamos de ser una civilización
que valora la creatividad artística y científica como nuestros
motores más importantes (vayamos hacia donde vayamos), sin embargo
la creatividad se pudre en un ambiente autoritativo.
Parece que sobra evidencia empírica al
respecto, pero creo que por lo pronto mi mejor referencia son las
inferencias que se pueden hacer de los recuentos de 'Authority And The Individual' de Bertrand Russell (fascinante lectura).
Además, aqui van mis dos centavos
sobre el tema: Lo que fundamentalmente hace divertido a un juego
(e.g. de mesa, un deporte...) son las reglas. Un juego sin reglas, o
en donde descaradamente no se siguen las reglas, no es divertido.
Pero un juego con demasiadas reglas tampoco lo es, se vuelve estupido
y aburrido. Lo ideal es un juego con pocas reglas, y reglas generales
que permitan una interpretación particular, con formas creativas de
circunvenirlas.
Lo mismo aplica al juego de la
civilización. La verdad es que vivimos en una sociedad altamente
sobre-legislada (tanto de leyes formales como de lo 'bien visto').
Afortunadamente, generalmente podemos librarnos de los aspectos más
absurdos de la sobre-legislacion, y expandir nuestras libertades
dentro de nuestras vidas privadas. En este espacio es donde explota
la creatividad del individuo, en donde nos atrevemos a cambiar las
reglas, a activar el progreso.
Si le damos a la autoridad poder para
ejercer las reglas hasta la totalidad de su absurdo, estamos
volviendo este juego estupido y aburrido.
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