Solo una pequeñísima tristeza. Desde el primer momento que los conocí, los asumí muertos... eran tan viejos y yo tan joven.
Creo que esa es la diferencia y la razón por la cual me encuentro desmoralizado, visiblemente afectado por el accidente que sufrió Gustavo Cerati. No solo un personaje tan influyente en mi vida; un contemporaneo también.
Iba a entrar a primer año de prepa y todavía compraba discos, llevaba en un sobrecito de plástico el “Bocanda”, todas las canciones de memoria en la guitarra, aprendiendo el significante en sus versos, los escribía en mis cuadernos y los traducía al inglés.
Ahora no encuentro ese disco, pero al menos pude desempolvar el mp3. Ahora lo escucho a todo volumen mientras escribo y me tomo un whiskey por lo que fue y ya nunca será.
Gracias... por lo caminado y por el kitsch kunderiano que me regalas en este momento.
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