martes, 30 de noviembre de 2010

Morgan vs Bateman: Comparación entre Asesinos Ficticios

Por fin estoy leyendo el “American Psycho” de Brett Easton Ellis. Le dí muchas vueltas al asunto de leerlo, incluso cuando me gustó mucho la película que engendró la novela y la opera prima de Eason Ellis “Less than Zero”.

También sigo fielmente la tele-serie “Dexter”, cuyo principal atractivo es la trama de novela policíaca-descubre quien es el asesino, pero también trata ampliamente la mente de un psicópata. Durante los primeros episodios, “Dexter” trata de seguir la idea de “American Psycho”, el protagonista se auto-describe como un ser vacío, deshumano; sin embargo mientras avanza la serie, esto se vuelve insostenible.

Dexter acaba pareciendo la versión “Disney” de Patrick Bateman, la realidad es que son seres muy distintos. Dexter es capaz de identificarse con otros seres humanos, siente empatía. Dexter es un ser moral, y de una moralidad intachable. Aunque es una moralidad con la que muchos no estaríamos de acuerdo (la utilitaria), aprendes a querer a Dexter, a justificarlo, quisieras tenerlo de amigo y benefactor. Como lo enuncia uno de los personajes de la serie “You can’t be a hero and a villian”, pero sí puede, y ese es el éxito del personaje.

Del otro lado, Brett Easton Ellis construye ardua y cuidadosamente la mente de Patrick Bateman, y aunque su vida es un cruel y vertiginoso vacío, el lector es incapaz de sentir algún tipo de simpatía por él. Es un monstruo disfrazado de hombre, tan solo deseas que le caiga un piano desde un edificio para que el universo vuelva a tener algo de sentido. Un ser completamente amoral, Patrick Bateman es la ira del nihilismo desatada sobre el mundo, y es terrible.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Deux Arabesque

Dos piezas para piano de “El Francés” Claude Debussy. Últimamente me he visto obsesionado con ellas, al principio me maravillaba la no. 2, ahora siento que tengo que escuchar todos los días la no. 1.





Arabesco en este caso no tiene mucho que ver con la noción cotidiana que se la da al término. No necesariamente de Arabia, quiere decir algo decorativo, pero también se puede entender como algo nuevo-diferente-bello: arabesque.

Durante el tiempo que pasó entre Bach y Debussy, la música “clásica” occidental se apegó a estructuras formales harmónicas que sostenían a los temas y sus variaciones. Debussy trató de olvidar esto y construir su música desde otros lugares, a veces componía por colores y timbres.

En este caso los arabescos son una serie de líneas melódicas que se remontan y evolucionan a lo largo de la pieza, sans motif, y sin una estructura clara, de armonía diatónica.

Debussy entendía el término arabesque como lo entendía Baudelaire, el proto-simoblista, con esta nueva estética para crear símbolos desde atmósferas sonoras… Todavía me pregunto ¿Cuál será el simbolismo de los arabesques? Para mi representan el aspecto móvil de la naturaleza, creo que puedo escuchar agua moviéndose entre esas notas.