En el último par de semanas he tenido una discusión recurrente con varios conocidos borrachos o no, acerca del sentido del universo la inteligencia divina el origen.
Horas pasan dándole vueltas, machacando, empanizando y calumniando las ideas. Han salido embarrados todos, einstein, eisenstein, heisenberg, newton neitzsche san agustínhawkinsyahve, etc…piegrande.
Las cansadas conclusiones daban tiros por vagas abstracciones de objetos escabrosos como la nada, el infinito, el eterno retorno, el círculo, la sintaxis. Puros vestigios de dios.
Las lecciones existieron personalmente:
Después de un profundo estudio sobre los jitomates y la partita en D para violín solo de Bach, llegué a lo que hasta hace poco creí mi idea más lograda acerca del universo, lo llamé:
Postulado #1
El sentido de la evolución de la materia es conocerse a si misma.
Algo atentó asesinamente en su contra, mientas se enfriaban las discusiones y se pisaban suelos más seguros. Cuanto más atisbábamos una VERDAD, más se perdía cualquier significado acercándonos a la completa inexistencia.
Esa es la gran debilidad del Postulado #1, su orgullo.
Se aplica igual a la especie. Todos los cerebros animales conocidos tienen un límite. Los delfines son muy sofisticados pero, aun así, incapaces de comprender hasta los más sencillos teoremas matemáticos, sus cerebros no están cableados de esa manera. Tal vez igual el cerebro humano no esta cableado para entender el “gran panorama” o uno más amplio al menos. Muestras del primitivo cerebro humano sobran, incapaces de tener una organización y coexistencia viables o al menos razonables.
Me gustaría vivir para ver el día que llegué ese mesías que desvele por fin la teoría de cuerdas.
A esta luz mayores referencias remitirse al GEB de douglas ¿hofstdtater?... siempre recomendable siempre vigente
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