miércoles, 28 de abril de 2010

Ficciones


Tentado por una muy bonita edición de Ficciones de Borges, decidí revisitar este clásico del cuento.


Borges, obsesionado con la creación de un verdadero objeto poético, alea como un Hefesto lo imposible con lo inevitable. Brilla con su vocación de erudito, de los que en la era del internet ya no existen, ahora somos payasos.


Descubrí a un Borges más felino, redimiendo al animal honroso con sus peleas de cuchillo, alimentando al asombro con sus falsas bibliografías y revelando al cosmos con sus laberintos y espejos.



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