sábado, 15 de diciembre de 2007

y deai?

Hay ocasiones en las que el contenido etílico en la sangre es el suficiente para que, a pesar de las miles de situaciones desagradables que esta ciudad nos hace pasar día a día, estemos felices.

Aquí en México el momento en que la peda ha llegado a su fin es muy patente, se puede tocar ese momento, abrazarlo y echarnos un chupe con el, antes de que te corra de ahí. Rondamos por la ciudad buscando lo que para nosotros será el cierre perfecto de la noche y la diversión. Y las palabras más comunes y me atrevo a decir que obligadas de cualquier guey, haya chupado Ron Casa Bacardí o Tonayita son: "Vamos por unos tacos, no?"

Empieza la discusión, la mesa redonda de expertos conocedores que no descansarán hasta llevar a la mayoría de los presentes a los que está seguro son "los tacos más chingones que he probado" o los que considera "una mamada".

Obviamente gana el borracho más terco, personalidad también desarrollada bajo amplios periodos de caprichosidad solapada por los amigos que por evitar la discusión con el, prefieren darle la razón.

Hoy yo voy a ser el borracho terco y los quiero invitar a los tacos más chingones, en serio, son una mamada.

Son los tacos "Don Beto".

Mejor conocidos como los "Tacos de Cochi"
Como en cualquier taquería que se precie de serlo hay todos los platillos que cualquier chilango podría pedir. Gringas, sopes, volcanes, quesadillas, alambres, etc, etc. Pero la especialidad son los tacos campechanos (que no son los clásicos campechanos de bisteck o suadero con longaniza sino que tiene también chicharrón, cebolla y otros tipos de carne) con cochi.
Si es que alguien del sur del país nos lee, cochi no se refiere a carnitas de cerdo sino al ingrediente que les da el mote.

De la parte de abajo del sartén gigantesco donde se están cociendo: carne, longaniza, chicharrón, cebollas y muchos ingredientes más, "El Güero", personaje encargado sólamente a servir los tacos campechanos, saca con su espátula, la grasa y residuos quemados de todos los ingredientes. Es un amasijo negro de un olor... bueno, podría definirlo como el olor del pleno sabor. Y el idem... saturado, misterioso, exquisito.



No todos los estómagos son merecedores del bombardeo de placer y al otro día pagarán su sacrilegio.

No se exacta la dirección, pero les dejo un mapa.
Es el único local de tacos en esa cuadra, mataron a su competencia vecina hace algunos años.
Suerte.


1 comentario:

el charly dijo...

Todo buen individuo que se precie de ser garnachero por naturaleza, debe hacer una visita obligatoria a este templo del pecado de Don Beto, con la garantía de que posteriormente regresara por más dosis de colesterol....... Larga vida a Beto y sus tacos de cochi !!!!!