Intervención

[DRAMATIZACIÓN]

Estoy jugando ajedrez contra la computadora. Tendré que sacrificar una torre, ese caballo en c6 es un monstruo… Me preocupo.

Alguien llama a la puerta. Resultan ser unos de mis supuestos amigos, es muy raro que estén todos juntos, dicen que quieren hablarme. Pasen. Aún más anormal. Que pedo siéntense, que hay de nuevo. Todos me miran de una manera sospechosa y de sus rostros duros no hay uno que se decida a ser el primero en hablar.

Tengo que poner en pausa esa noche que se viene sobre el tablero de ajedrez. Ramona es la primera en hablar. Pausa. Pape, tus amigos hemos venido hoy a hablarte porque creemos que hay un problema. Siento que todo se viene abajo, ya se de que se trata, súbitamente tengo ganas de profanar el nombre de dios en voz alta. Mi vida últimamente ha sido una espiral descendente de drogas intravenosas, alcohol, pederastia y desempleo. Pienso en lo que tengo guardado debajo del asiento.

… No pudimos quedarnos más tiempo con los brazos cruzados viendo ESTO que te esta pasando. c6xNf3, H5xd4. Esta misma tarde, te hemos creado una cuenta en Facebook, y ahorita, aquí en frente de nosotros, le vas a dar click a ese link, vas a poner tu password, vas a subir fotos... Salto de la silla como un conejo, como una liebre, como un canguro… pues… como una pulga como un sapo

salto como una rana o chapulín.

Mis pupilas se mueven rápido de un lado a otro. No, ustedes no pueden hacer esto! Ustedes no entienden! Retrocedo. Sudo. Pape, todos te queremos y nos preocupamos por ti. Un fianccetto del alfil, tal vez un ataque sorpresa. Miren yo aprecio un montón lo que están tratando de hacer. Miento. Se que hay ciertas cosas que la sociedad exige de sus miembros, pero, pero todavía se pueden meter a mi blog, es como mi facebook, pero de ideas. Desesperado. Que les parece… No???

Pienso otra vez en debajo del asiento. La situación se torna algo agresiva. Ese revolver que siempre tengo cargado. El caballo en c6. Esta debajo del asiento. Se acercan a mí. Grito, QUE SE PUDRA FACEBOOK. No lo toman bien. Piensa. Me falta el aire. Rápido. Su presencia me oprime. Se avecinan.

Estoy corriendo frenéticamente por las escaleras. El rostro regado de sangre. No puedo dejar de reírme.