martes, 4 de marzo de 2008

Parricidas

Que tus hijos te maten a sangre fría es preocupación de pocos.
Sin embargo, es la realidad de muchos.
En algún momento de nuestras vidas hemos guardado el suficiente rencor o maldad en nuestras cabezas como para voltear a ver a nuestros padres y tener las agallas para enfrentarnos a ellos y , sólo en contadas ocasiones, desear matarlos.
No es un tema muy agradable, y no, no les voy a presentar a un guey, gringo casi siempre, que forzó la mano de su madre en la licuadora encendida para después cortarle la cabeza, calentarla en el microondas y servírselo a su padre en una torta con aguacate (Southpark).
Sólo quiero darles un tip.
Cuando sean padres, vivan tranquilos, NO den este primer paso.

1 comentario:

Pape dijo...

jaja... yo los aplaudo, esta pocamadre esa broma. Creo que todo padre debería gastarle bromas pesadas a sus hijos. Chance no el día de su cumpleaños, porque se ultraareinan.