martes, 16 de febrero de 2010

Actitud hacia el cambio: El movimiento Verde

Muchos años tiene la destrucción sistemática del planeta a manos del ser humano, no tanto la conciencia sobre este hecho. Aún menos tiempo llevan las personas mostrando una intención de actuar o realmente intentando actuar para revertir esto.

Este último fenómeno - el mostrar intenciones o intentar actuar para frenar la situación - causa varias posturas que se pueden clasificar en el siguiente espectro:


1. Me emputa: Este individuo rechaza, no sin razón, las modas enaltecidas con orgullo por el rebaño masivo. Las más de las veces, este individuo tendría razón. Como cuando tienes que enfrentarte a aquel que presume de erudición y cita con aire intelectual del mejor libro jamás escrito: El Código Da Vinci. Desde luego te emputa. Sin embargo la destrucción de la tierra no es una noveletta de acción, es un hecho.


2. No entiendo: Lo peor que puede pasar es que se mueran los osos polares, o va a desaparecer Acapulco. Un de estos güeyes me dice “¿Pero qué tiene de malo? Mientras pague, que use toda la luz que quiera, pero que pague”


3. Me encanta: Evangeliza con lágrimas en los ojos sobre la reducción de emisiones y el capitalismo voraz. Recrimina con la mayor severidad la desvergüenza antiliberal y reaccionaria de todos los que le rodean. Es como una revoltura entre algo positivo y algo perverso, pero el granito de arena ya no la libra.


Yo solía proferir discursos por doquier sobre las extinciones a gran escala, la ruina del agua, etc… Ya prefiero callarme, agachar la cabeza, tratar de hacerlo mejor cada día, superar la hipocresía y a veces quejarme por este medio.

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