Chet Baker : Blues for a Reason

En los años cincuentas Chet Baker se consolidó como el golden boy del jazz. Era un joven bello, talentosísimo trompetista y dueño de una voz romántica al punto del asco.

Mientras se consolidaba como estrella internacional conoció la heroína, su fiel acompañante para el resto de la vida. Baker siempre tuvo todo el potencial, pero este no estalló en lo sublime hasta su descenso a los infiernos, hasta no pasar through the rabbit hole. Durante los sesentas Chet fue encarcelado, deportado por varios países, en la calle maltratado y denigrado. Una vez fue encontrado molido a palos, tirado, con sus dos dientes frontales en pedazos. A partir de entonces tuvo que aprender a tocar con una dentadura postiza.

Su guapura y su voz se habían ido, parecía de 60 años a los 40, chimuelo, pero algo brillaba en él con fulgor incomparable, de aquí nació el mejor Chet Baker.

Dejo muestra en este disco, que comparto, Blues for a Reason de 1984. Año mágico.

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En 1988 Chet Baker se cayó de un balcón como a 10 m del piso. Ahí murió.