viernes, 18 de enero de 2008

Fue teté.




Guey, ha sido demasiado haber vivido por tu reglas todo este tiempo.
Me cagó tener que hacer lo que tu querías todo el tiempo.
Sí,
Tuve mis momentos de libertad. Los disfruté como niño de primaria hablando de sexo
o como un pendejillo de prepa grabando videos de vivencias que creía profundas.
Pero ha pasado un tiempo y he aprendido a odiarte.
Es un odio tintado de amor.
Sin embargo, ¿que pedo?
Te aprecio y hasta me he convencido de quererte.
No importa que haya momentos en los que me hagas sentir mal.
No importa que haya momentos en los que preferiría que no existieras.
Porque a pesar de todo siempre me has dado como sobrevivirte.
Porque aunque he leído autores geniales que dictan como chingarte, yo no puedo dejarte.
En verdad se me hace una mentira que alguien pueda vivir sin ti.
Yo he tratado, he pasado meses sin intentar darte cabida en mi ser.
Meses en los cuales no pude sino sentir que gracias a todos te necesitaba.
Algunos me felicitaban, otros, sin comentarios directos me recordaban la comodidad que tu ofrecías.
Y luego, he tenido que volver a ti.
Porque aunque traté no pude evitar estrecharte entre mis brazos.
A fin de cuentas sólo me hace falta decirte:
Sociedad, CHINGA TU MADRE.

2 comentarios:

Pape dijo...

ahhh ya entendí... tal vez estaba muy pedo en ese momento como para hacer funcionar algo en mi cabeza.
conservé lo que escribí yo y lo que escribió xabier, lo subiré oportunamente

Antorcha dijo...

Que se puede decir... Interesante tema sin duda... definitivamente es bastante copmlicado pensar o creer que podemos vivir lejos de ella, cuando hemos construido nuestra vida según sus reglas... Por supuesto he conocido rebeldes y renegados que se han aventurados a retarla pero de cualquier manera aún viviendo fuera de la Matrix llega un punto en que se regresa a ella y, lo que suele ser más impresionante, es que para verdaderamente retarla comprendes que es muy importante seguir sus reglas, su lenguaje...